Antonello Ghiani, de la firma Lavazza, ha mostrado en el Salón los secretos del café espresso italiano.

“Lavazza nunca falta a una cita en la que hay calidad”. La carta de presentación de Antonello Ghiani, maestro cafetero de la firma italiana, sirve para explicar cuál es su cometido en el VI Salón del Vino Narbona y Solís.

Rodeado de expositores de vino y alimentación, Ghiani reivindica el café como el mejor epílogo de una comida: “Su calidad es tan importante como la del vino”. El maestro italiano, asimismo, tiene claro cuáles son las claves para un perfecto espresso italiano: “Son cuatro reglas básicas, las cuatro ‘M’: la mano, la máquina, el molinillo y la mezcla”.

Ghiani, además de acudir a citas como ésta, se encarga de instruir a restaurantes en la preparación del café: “Lo importante es la filosofía, no el producto”. Y, como uno de los secretos para satisfacer los mejores paladares, el maestro de Lavazza concluye así: “Cuanto más pequeño sea el café, y menos mezclas lleve, mejor”.