Los profesionales del sector y amantes de la gastronomía han asistido a un total de 11 catas de vinos, chocolates, cervezas e, incluso, copas.

El IX Salón del Vino y la Gastronomía Narbona Solís ha cerrado sus puertas después de recibir más de 2.500 visitantes entre profesionales de la hostelería y amantes del vino y la alimentación gourmet. Los organizadores del Salón han destacado la buena acogida que este evento ha vuelto a tener en Málaga, que se ha convertido durante dos días en punto de encuentro de firmas procedentes de todos los puntos de España.

“El balance no puede ser más positivo”, asegura el director gerente de Distribuciones Narbona Solís, Juan Carlos Narbona, quien añade: “Sabíamos que regresar a Málaga era un reto y una ilusión enorme para todos los que trabajamos cada día para sacar hacia adelante nuestro evento más importante del año”.

Los profesionales del sector y los amantes de la gastronomía han tenido la oportunidad de asistir en el Salón a 11 catas desarrolladas tanto por bodegas, empresas de alimentación, cerveza e, incluso copas. Ésta corrió a cargo de la firma Riedel, que, de la mano de Jaume Martí, sorprendió a los asistentes. La cata de chocolates organizada por Simon Coll Amatller y cava Recaredo y la cata vertical de Mar de Frades también recibieron los mayores elogios de los entendidos. Además de estas actividades, el ronqueo de un atún de 260 kilos de peso se convirtió en la principal atracción de la primera jornada.

Durante los próximos días se irán colgando contenidos multimedia para recordar todo lo que ha sido esta edición del Salón del Vino y la Gastronomía que organiza Narbona Solís.