Conservas en cofre de oro


Materias primas de primera calidad y un proceso de conservación más que depurado. Ramón Peña ha dado con la tecla para convertir las conservas en “el aperitivo más lujoso del mundo”

¿Es posible resguardar un producto fresco sin que pierda calidad? La empresa Conservas Ramón Peña responde a esa pregunta afirmativamente desde hace muchos años. La clave está en la búsqueda de la mejor materia prima, por lo que no salen de las rías gallegas, y el cuidado del proceso de conservación.

img_2179“Buscamos el mejor producto fresco para ofrecérselo a los restaurantes de alta gama y se lo ofrecemos en conserva”, asegura Valentín Bernárdez, director comercial de Conservas Ramón Peña. “La gente alucina un poco cuando comprueba que una conserva puede estar tan buena”, añade. El aspecto dorado de sus latas las convierten en una suerte de cofres de oro para manjares inesperados. La firma incluso emplea el lema “El aperitivo más lujoso del mundo” para promocionar alguno de sus productos.

Si por algo se ha hecho famosa esta empresa gallega, es por sus berberechos, sardinillas y mejillones. Gracias a ellos, prosigue Bernárdez, Conservas Ramón Peña ha logrado establecerse como una de las referencias en el mundo de la alimentación gourmet. Otro elemento que distingue a la empresa es el tratamiento del bonito, ya que son únicos en conservarlos en su estado fresco.

Para que los productos no sufran durante el proceso de conservación, Valentín Bernárdez recuerda que es necesario ir más allá: “Es muy importante el tipo de salsas que utilizamos. Nuestros aceites y escabeches son seleccionados entre los mejores y nunca usamos conservantes, sólo agua y sal”.

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